Artist Profile
Jota Ramos
Colombia
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La localidad de Villa Rica está ubicada entre las cordilleras andinas del suroccidente colombiano, en las tierras planas, cálidas y fértiles del norte del departamento del Cauca. Son tierras que, durante tantas generaciones, han producido el plátano, el maiz, la caña de azúcar—los cultivos que Jota Ramos ha sembrado y cosechado con sus propias manos desde la niñez.
Rapero afrocolombiano, activista, lider comunitario, compositor, defensor de derechos humanos: entre tantos intentos de definirlo a él y a su trabajo, Jota Ramos enfatiza que, ante todo: “Yo soy campesino”.
Las propuestas artísticas-sociales de Jota Ramos están enraizadas en su tierra natal, las comunidades que habitan ese territorio y los desafios a los cuales se enfrentan. Forman una respuesta a, y una defensa contra, los sistemas externos que no están diseñados para el bienestar de él ni el de su comunidad. Él afirma que lo de ser activista, o artivista, eso no se decide.
“Yo no tengo identificado cuándo empecé a defender mis derechos”, le explica Ramos a ARC. “Yo tengo identificado cuándo empezaron a violarse mis derechos”.
Jota Ramos desciende de la última comunidad africana desplazada forzosamente por la familia Arboleda al norte del Cauca y esclavizada para el trabajo forzado en los latifundios coloniales.
“Como una persona africana, una persona agricultora, una persona con ‘una mala educación’, he podido entender que existen…unos derechos y yo he intentado defender…los mios”, afirma Ramos.
En la actualidad, el artista vive desplazado, fuera de su localidad natal, por la violencia y la persecución que busca silenciar sus reivindicaciones y su llamada a la acción: “¡Haga que pase!”
Haga que pase: labor y obra
“Haga que pase como las madres solteras
dan todo por sus hijos convirtiéndose en unas guerreras
[…]
como los agropecuarios
cultivan su comida para un sustento diario”
- letra de “Haga que pase”, Musical Pal’ Barrio (2015)
Inspirado por el rap, la poesia, y la confluencia regional de músicas tradicionales afro e indigenas, Jota Ramos compone canciones con sonidos únicos y con letra que representa a “las realidades de las clases populares, del campesinado, de la gente humilde”.
Ramos empezó a componer letra basada en sus vivencias a los 15 años. Fundó el grupo Soporte Klan y compuso canciones como “Palenque”—aludiendo a San Basilio de Palenque, la primera comunidad africana libre en Colombia y las Américas.
El rapero cita sobre todo a artistas caucanos y del Pacifico como sus grandes ejemplos: Herencia de Timbiqui, Alfonso Córdoba “El brujo” y Fernando Maclanil, su profesor de poesia.
“Yo soy apasionado por esos artistas que han podido transformar y mantener instrumentos, el arte” explica Ramos. “Ahi está mi inspiración, en cada tambor que construyen, [en cada instrumento]…”
La sensibilidad musical de Jota Ramos combina lo urbano y moderno con una apreciación por la tradición, especialmente en lo que concierne las creaciones regionales y las comunidades arraigadas a la tierra. Ramos resalta el uso de la flora local para construir instrumentos que producen sonidos únicos, por ejemplo: los violines caucanos de guadua fabricados en Villa Rica o las marimbas de chonta utilizadas por la Herencia de Timbiqui.
Es un arte que no se puede divorciar de las realidades socioculturales y ecológicas del Cauca—o como lo explica Jota Ramos, de “esos momentos que vivimos juntos”.
Su proyecto actual, Haga que pase, es a la vez una banda musical y una fundación de acción comunitaria. Aunque se registró oficialmente como fundación en 2020, representa un trabajo artistico-social de más de una década, realizado a la par de su pareja, la artista caleña Carol Hurtado, y varios miembros de sus comunidades.
La fundación tiene como misión llevar a cabo “trabajo social con los campesinos promoviendo una agricultura sostenible [y orgánica]…acompañamiento de niños y jóvenes para que puedan tener proyectos de vida positivos…promover el arte como una forma diferente de ver la vida”.
Tal como lo indica el nombre del proyecto, Ramos afirma con convicción que: “si no lo hacemos nosotros, no va a pasar”.
“Un artista que no tiene espectadores…no existe”
Desde 2008, Jota Ramos ha tenido que encarar las graves amenazas que lideres sociales enfrentan en Colombia, sobre todo en los contextos rurales. A pesar del inicio de un proceso de paz en 2016, el cual fue muy celebrado en su momento, los asesinatos de lideres sociales han aumentado en los últimos cinco años.
Para salvaguardar su vida y la de su familia, Ramos ha tenido que acudir a la ayuda de organizaciones internacionales, tales como Amnistia Internacional, quien acogió a Ramos y su familia en España entre 2018 y 2019. En la actualidad, Artists at Risk Connection, junto con otras organizaciones como Front Line Defenders, está apoyando al artista mientras que enfrenta unos cargos que él denuncia como injustos y padece de una privación de libertad en su casa. Un número importante de ONGs han comunicado unas preocupaciones serias acerca del comportamiento de las autoridades locales y la forma en la que se ha construido el caso contra Ramos.
“Los luchadores están en el medio del agobio”, le dice Ramos a ARC. “Ustedes ahora nos han dado una ayuda muy grande en esta detención, que estoy sosteniendo como una piedra en el camino interminable hacia la libertad”.
Más allá de las amenazas, Jota Ramos también resalta la marginación que sufren artistas que se encuentran fuera de las academias o centros artisticos y que transmiten mensajes contestatarios.
“La música que yo decidi hacer”, explica Ramos. “El arte que yo decidi compartir con la gente, no tiene canales de difusión”.
La problemática de difusión es una que también señalan artistas al margen de otras sociedades latinoamericanas, por ejemplo, artistas mapuches en Chile. Estas reivindicaciones demuestran que no es suficiente combatir a la violencia en Colombia, también se tiene que examinar como los espacios del arte excluyen a artistas de orígenes étnicos, raciales o socioeconómicos distintos.
“Necesitamos que esas [expresiones artisticas] que agonizan, asi como agoniza la humanidad, asi como agoniza el medio ambiente…que nuestra obra sea conocida”, declara Ramos.
El arte con los pies en la tierra
El arte de Jota Ramos es una propuesta artistica-social que ancla e implica al espectador en las realidades del territorio, sin el cual ningún tipo de arte o creación es posible.
Existe una tendencia dentro del arte colombiano contemporáneo de escribir y crear pensando en la geografia, en el territorio y en la violencia—dos ejemplos siendo el poema ilustrado premiado La mata (2021) y la novela debut Esta herida llena de peces (2021). Sin embargo, no se le da visibilidad a las propuestas holisticas de territorio, comunidad y arte que provienen directamente del campo colombiano.
Por su parte, Jota Ramos y Haga que pase han decidido circunnavegar los mecanismos convencionales para la difusión: “Programamos nuestras propias construcciones de canciones con la gente… conciertos que se hacian donde nadie iba, y sentimos la verdadera pasión de mostrar tu arte a las personas que lo reconocian y se reconocian en él”.
A la vez, Ramos y sus colaboradores continúan sus luchas en el territorio, una de las cuales finalmente culmina en una fuente de agua potable para su localidad, Villa Rica.
“Después de 15 años de esta lucha, vamos a poder establecer con la misma comunidad y otros aliados el primer punto de agua potable para nuestro barrio”, celebra Ramos. “[Yo] ya creci sin agua, pero los que están creciendo en Villa Rica van a poder darse cuenta que si no lo haciamos…no iba a llegar”.
El arte de Jota Ramos es: el agua potable, los tambores artesanales, la tierra sin pesticidas, las rimas del rap, los policultivos sostenibles, el timbre de las marimbas de chonta, la juventud más allá del porte de las armas y las comunidades agrarias que florecen en sus territorios.
Redactado por Andrea Villa Franco, 12 de octubre de 2023. Andrea asesora a artistas perseguidos como parte de Artists at Risk Connection. Es egresada del programa Erasmus Mundus de maestrias conjuntas internacionales (EMJMD) de la UE y tiene una licenciatura de la Universidad Stanford.